TEXTO DE LA PRESENTACIÓN DE "ÉTICA DEL RECONOCIMIENTO EMOCIONAL EN PSICOTERAPIA" por Conchi Rea e Inés Vicente

Publicado el 3 de junio de 2025, 19:46

Buenas tardes a todas y todas. Muchas gracias por haber venido a la presentación del quinto libro (y van cinco) de Juan Miguel de Pablo Urban, Juanmi para la mayoría de los que estamos aquí. Gracias también a la Asociación de la Prensa de Cádiz por ofrecernos una vez más sus instalaciones.

Cuando hace algunas semanas Juanmi nos propuso acompañarle en esta presentación, lo vivimos como un gran honor, un regalo, pero también tenemos que confesar que se nos encendieron muchas emociones a la vez:  temor, horror, "no estar a la altura", un reto. En fin que, a pesar de todo eso,  aquí estamos. 

No os vamos a relatar todo el extenso currículum de Juanmi que lo tenéis perfectamente descrito en el libro que habéis comprado o que vais a comprar.

Presentar a Juanmi es presentar a nuestro maestro con mayúsculas con el que llevamos 29 años colaborando, aprendiendo,  perteneciendo a esa gran familia que es el Instituto de Formación Sistémica Cooperación que junto a Antonio Redondo crearon en el 1996 y por el que han pasado multitud de profesionales de la provincia.

Queremos presentar a Juanmi en esa faceta profesional como formador de Terapeutas Sistémicos,  de los que somos testigos todas las tardes de los lunes.

Han sido años de nutrirnos de sus conocimientos,  de su mirada,  de sus palabras.  Como dice Irene Vallejo: " sin palabras no habría historia y sin historias no habría amor ".  Y el amor como experiencia compartida. Es esa cara amable, ese acompañamiento que hemos tenido desde los inicios de Cooperación. Porque la Sistémica con Juanmi supone un encuadre vital, un marco conceptual, social y ético.

Eso lo hemos vivido así siempre y eso ha permitido en nuestro centro, tanto a las alumnas y alumnos como a nosotras, un lugar seguro,  una casa segura donde cuidarse es lo natural. Gracias a eso nos hemos sentido libres para la reflexión,  para la desobediencia,  para la transgresión. Gracias a eso nos hemos permitido sin censura ninguna, revelarnos en las directrices de una sesión familiar, de expresar cualquier idea, de enfadarnos cuando nos interrumpía con las llamadas de teléfono en sesión,  etc., etc. En definitiva, se nos ha legitimado para desobedecer al maestro y de esta manera validarnos como profesionales, encontrar nuestra propia voz. Como él suele decirnos, "cada uno tiene su estilo terapéutico, no voy a pediros que hagáis o digáis algo en sesión que sé no vais a estar cómodas".  Cada uno,  cada una es único y única.

Y es eso lo que también en sus enseñanzas a las terapeutas nos deja claro: cada familia, cada miembro de la familia es único.

Acudir a terapia en Cooperación es ofrecer un espacio libre, respetuoso donde poder decir, poder contarse con relatos alternativos que permitan un mejor caminar en el mundo. A los terapeutas, Juanmi nos recuerda y nos repite cuán importante es el reconocimiento emocional para crear el cambio, para la construcción de una identidad, de una validación menos dolorosa. Y así nos lo recuerda en cada devolución de sesión familiar: ¿por dónde empezamos? Pues por donde siempre,  por el reconocimiento de cada uno de los miembros de la familia.  Por ese volver a conocer,  a conocerse desde otro lugar,  con otra mirada.

Y esto mismo ha ocurrido en todas nosotras (alumnas, alumnos, colaboradores y colaboradoras) en todos estos años, atento a todo lo que nos iba ocurriendo en nuestras vidas. Ha visto nuestro crecimiento personal y profesional.  Ha sido testigo de lo que a alumnas y alumnos les ocurría en sus vidas. Cuántos embarazos, cuántos nuevos trabajos, cuántas separaciones,  cuántos matrimonios,  cuántas muertes.

Y nosotras también testigo de su crecimiento. Lo hemos visto crecer con sus nuevos proyectos, sus nuevos destinos, sus conferencias internacionales, sus libros, sus tipos de carnaval. Se nos hacía Famoso. Y este año especialmente lo hemos visto crecer en su familia. ¡Cómo se le encienden los ojos con cada nueva foto que nos enseña de su nieto!

Cooperación ha sido y sigue siendo algo más que una escuela de formación profesional. Haciendo referencia a Josep María Esquirol,  Cooperación es nuestra Escuela del Alma,  impregnada de una filosofía del encuentro, de la proximidad, del abrazo. Y donde tiene cabida también el hablar, el proponer, como Juanmi lo hace, películas, series, libros, relatos mitológicos que nos sirven para entender el mundo, para enriquecer nuestras almas. 

Con este nuevo libro, el quinto, y dicen que no hay quintos malos, consigue lo que él entiende que ha sido una secuencia lógica de sus anteriores libros. Ha reflejado lo que durante todos estos años ha estado presente en la formación y es su compromiso moral "con mayúsculas" que establece mandatos primordiales, como son el respeto a la vida, a la dignidad y a la libertad del ser humano.

No hay ideología en el planteamiento terapéutico y humano en Cooperación. No trabajamos con recetas que devolverles a las familias, no usamos clasificaciones diagnósticas, no tenemos certezas sobre la evolución de las terapias. Nos movemos en la incertidumbre de los cambios. En palabras de Juanmi: "Sostener la incertidumbre implica la aceptación de no poder contar con respuestas ni soluciones claras, de no habitar mundos perfectos en los que hay que obligatoriamente que acoplarse, de no necesitar excluir las diferencias, separar lo ajeno o condenar lo extraño".

Intentamos acercarnos al sufrimiento humano, a los avatares de la vida de una forma flexible, integral, emocional y racional,  aceptando y dejando en manos de cada sujeto la responsabilidad de sus decisiones de cambio. Acompañando a las familias a tomar decisiones que pasan por la deslealtad,  la transgresión,  por la desobediencia a ellas mismas e incluso a los terapeutas.

Y por último,  volviendo al título del libro: Ética del Reconocimiento Emocional en Psicoterapia.  Juanmi nos recuerda, haciéndose eco de otros autores, cómo nuestra identidad depende de modo crucial de nuestra relación de diálogo con los otros. Cómo lo relacional y el reconocimiento social está en el centro de la cuestión ética. Cómo la subjetividad está relacionada directamente con la intersubjetividad recíproca. Cómo la ausencia de reconocimiento o reconocimiento fallido serán los causantes de daño en la subjetividad de los individuos. Cómo a través de los procesos psicoterapéuticos basados en ese reconocimiento emocional los pacientes pueden encontrar una respuesta sensible a sus necesidades.

Y os leemos un párrafo de Humberto Maturana recogido en el libro:

La mayor parte de los dolores de nuestra existencia son culturales. Pregúntese dónde le duele la vida y verá que no es en el cuerpo. Verá que la vida duele en los espacios donde no es visto, en donde está usted siendo negado, en sus espacios de desamor. Duele no contar con el respeto de sus compañeros de trabajo o de sus vecinos, de su familia, de sus amigos. Verá que en el fondo lo que nos mueve a los humanos es esa necesidad ancestral de ser reconocidos.

 

Hoy va para ti nuestro reconocimiento Maestro, amigo, Juanmi.

Y para terminar esta parte de la presentación nos gustaría recitaros la plegaria filosófica de la paz, del libro Escuela del Alma de Esquirol:

"Que venga la paz. Y que nunca más la quietud tensa de los imperios universales, ni la quietud apagada de la miseria.

Que venga la paz. La paz viva de las personas.  De cada persona, de cada alma. Y la paz, sobre todo, de todos los que no han tenido paz”.

 

    CIERRE

    “… La renarración identitaria: de la mirada a la palabra, de la palabra al relato, para una necesaria dignificación de la existencia, para la construcción de una historia más amable, reparador en alguna medida de las heridas del desamor, del rechazo, del desapego, del maltrato y de los abusos sufridos”

    Queremos acompañar a estas palabras de nuestro querido maestro Juanmi y  para cerrar ya este ratito compartido, algo que une algunas de sus pasiones, la de incansable lector amante de la mitología, y la del carnavalero (en este caso no tan chungaleta como él) que ha sabido poner canción a uno de sus textos preferidos:

     

    CAMINO A ITACA

    Puede ser que tal vez mañana haya una esperanza,

    Puede ser que quizás el viento traiga una canción,

    Quién sabe desde qué otra vida, desde qué otra balsa,

    puede ser que haya besos nuevos en algún rincón

    y puede que mi reflejo navegue a la deriva,

    Que flote como la espuma y que llegue hasta otra orilla

    Donde igual que yo haya un balsero

    Puede ser que para agarrarse aún quede una tabla,

    Puede ser que quede otra balsa tras el temporal,

    quién sabe si ondea en el aire una camisa blanca,

    puede que el girón de una vela me haga navegar.

    Puede ser que tal vez mañana haya una esperanza,

    puede ser que quizás el viento traiga una canción,

    Quien sabe desde qué otra vida, desde qué otra balsa,

    puede ser que haya besos nuevos en algún rincón

    y puede que mi reflejo navegue a la deriva,

    que flote como la espuma y que llegue hasta otra orilla

    donde igual que yo haya un balsero

    que espere una ramita de olivo,

    una botella, un mensaje,

    un rostro desconocido

    que espere a que le sople el levante

    tierra en la vista y que deje

    pronto de ser tripulante

    y comenzar de nuevo,

    otra vez de nuevo, un sueño nuevo,

    con un rumbo nuevo, nunca es tarde

    para empezar de cero.

    Camino a Ítaca navegando

    y aprendiendo del camino,

    camino a Ítaca navegando

    y disfrutando lo vivido.

    Mientras se respire, se puede

    Mientras salga el sol, se puede,

    Mientras lata el corazón

    Se puede seguir remando

    Navegando, navegando, navegando.

     

    Jesús Bienvenido

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